Sé vivir con diabetes

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Ocho litros de agua diarios, pérdida de peso, cansancio, dolores, sed, mucha sed... y al final una hemorragia que me llevó a Urgencias el 25 de julio de 2006. Tenía 25 años y me encontraba en una fase de la vida de éstas que dices 'todo va bien'. Era un espejismo.

Cuando me ingresaron tenía 450 de azúcar en sangre, niveles altísimos de cuerpos cetónicos en la orina y la maldita hemorragia que me llevó -a Dios gracias-, al hospital. Mi sangre estaba 'envenenada' por el azúcar. El médico fue muy claro: "Tienes diabetes Mellitus Tipo 1". Se me vino el mundo encima. ¿Cómo podía ser? No hay antecedentes familiares; no me gusta el dulce, nada de nada, ni lo pruebo, ni lo probaba. Lo que hace el desconocimiento.




Las razones eran secundarias. Lo primero era reducir esos niveles de azúcar. Insulina en una vía y glucosa en otra para evitar una hipoglucemia. "Te quedas ingresada". Esa primera noche fue mi peor pesadilla. Me quedé varias veces sin control sobre mi cuerpo, los brazos y piernas no me reaccionaban, no sentía los labios, tenía sudores fríos... ¡Malditas bajadas de azúcar! ¿Esto era lo que me esperaba para el resto de mi vida? No podía ni quería aceptarlo.

Estuve en el hospital tres semanas. Pero lo peor estaba en mi cabeza que era incapaz de aceptar que con sólo 25 años iba a ser una enferma crónica para toda la vida. ¿Por qué? ¿Por qué a mí?
Me hicieron varios estudios y, aunque no había una razón clara del todo, se dio con una. Los casi cuatro años que estuve trabajando de 00.00 horas a 07.00 horas, el descontrol alimenticio, la falta de ejercicio, la escasez de sueño... habían vuelto loco a mi sistema. El páncreas no lo aguantó y pasó factura.

Tuve que aprender a pincharme; tuve que aprender a hacerme controles de azúcar; tuve que aprender qué cantidad de hidratos de carbono tenían 20 gramos de pan y cuántos podía comer; tuve que asimilar que tenía que hacer ejercicio todos los días; tuve que concienciarme de las consecuencias que tendrían para mí cualquier exceso; tuve que aceptar, en definitiva, que era una enferma; tuve que digerir que tenía que vivir. Y confieso: me costó.



Recurrí a profesionales, pero sobre todo a mi familia, a mis padres, al que ahora es mi marido, a mis amigos y a gente que como yo era diabética insulinodependiente. Aprendí a cuidarme, a salir a caminar una hora todos los días, a descansar antes de que el cuerpo te diga basta.
10 años después de aquel 25 de julio vivo muy controlada médicamente con revisiones de azúcar diarias, análisis clínicos cada dos meses, visita al endocrino cada tres...

Tengo una vida completamente normal, a excepción de algún susto provocado por las hipoglucemias. Todo mi cuerpo está conectado a ese azúcar y cuando algo se altera, ya sea alimenticio, físico o emocional, el sistema se resiente y viene el bajón de azúcar y el botón del pánico. No para mí, que en esta década he sabido gestionarlos, sino para los que están a mi alrededor. Ellos son enfermos crónicos pasivos.


Vivo con esta enfermedad, no sobrevivo. Y vivo feliz dentro de las limitaciones que la diabetes me supone. Pocas, la verdad. Es una máxima que me propuse al descubrirla. Me limitaría lo justo y necesario para estar sana, para cuidarme, pero para nada más.

Desde entonces he tenido dos hijos. Dos embarazos, más controlados, pero sin ningún problema, dos partos normales y dos niños sanísimos. No son diabéticos, pero tampoco les gusta el dulce. Trabajo, viajo, entro, salgo... Disfruto de la vida acompañada por el glucómetro, la insulina, el control alimenticio y los análisis. Mis compañeros de viaje. Un viaje, con una mochila más cargada que la de una persona sana, pero igual que la de cualquiera. Soy diabética, sí. Soy una enferma crónica, sí, pero sé vivir.


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¿Obsesionada con los dientes blancos? 5 claves para identificar la blancorexia

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¿Estás obsesionada con el cuidado de tus dientes y, sin embargo, no son todo lo blancos que te gustarían? Acudes al dentista de forma periódica, tu boca está sana y limpia y, además, lo intentas con cualquier remedio magistral, pero nunca consigues los resultados esperados. ¿Qué estás haciendo mal? Sin duda, obsesionarte.

Puede que hayas oído hablar de ella o todavía no, pero lo cierto es que la blancorexia u obsesión por los dientes blancos es una de las patologías que cada vez sufren más personas en nuestro país. De hecho, el especialista en estética dental Jesús Peláez, de la clínica Ferrus & Bratos, así lo confirma: “cada vez más, los pacientes que acuden a consultas dentales demandan tratamientos con fines estéticos y no para conservar o recuperar la salud”, afirma.




Según el experto de Ferrus & Bratos, el color de los dientes no solo depende del cuidado de los mismos que, por supuesto, es muy importante. La genética, la edad o los propios hábitos de vida (como comer ciertos alimentos, beber café o tomar alcohol) también inciden directamente en el blancor de estos. “La mayoría de los pacientes que acuden a nuestra clínica y se someten a un blanqueamiento dental queda satisfecho, sin embargo, existe una minoría que nunca está totalmente de acuerdo con el tono que alcanza sus dientes. ​Cuando el descontento se convierte en obsesión empieza el problema y entran en juego los métodos ajenos al control profesional”, explica.

¿Qué problemas puede acarrear la blancorexia?

La preocupación por el color de los dientes es una afección con consecuencias que van más allá del plano psicológico y que afectan de forma directa a la salud. Y es que el uso de productos blanqueadores sin supervisión profesional puede causar irritación de encías, sensibilidad extrema y daños en el esmalte de los dientes. Si tú también eres adicta a estos métodos que escapan del control de los especialistas, ten mucho cuidado, porque quizás sufras blancorexia. Aquí tienes algunas claves para identificarla:
  • No aceptas las recomendaciones de tu especialista y siempre tienes la sensación de que tus dientes son oscuros.
  • Alargas los tratamientos y te saltas los tiempos aconsejados.
  • Recurres a técnicas más agresivas sin supervisión.
  • Confías en remedios magistrales que descubres por Internet.
  • No admites el color de tus dientes, ni que estos se oscurecen con el paso del tiempo.



Si te identificas con alguno de los puntos anteriores no te preocupes, ya que todavía estás a tiempo de buscar una solución. Acude a un profesional y cuéntale tus preocupaciones. Él, en primer lugar, revisará el estado de tu salud bucodental para poder llevar a cabo un blanqueamiento a medida y con un seguimiento personalizado. Lo más importante es asumir que no todos los dientes responden igual. Cada sonrisa es única, así que no hagas desaparecer la tuya con obsesiones que lejos de mejorarla, te conducirán a serios problemas de estética y salud. Al contrario, ¡disfruta y no tengas miedo de lucirla! Quizás alguna de estas películas te ayude a conseguirlo.

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¡Empieza a moverte! 6 cosas negativas que suceden cuando llevas una vida sedentaria

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¿Te cuesta un mundo moverte y hacer algo de ejercicio? Tal vez cambies tus hábitos después de conocer todos los efectos negativos de llevar una vida sedentaria.
¿Sabías que el sedentarismo es una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en el mundo? Se calcula que unas 70.000 personas mueren al año en Europa por su culpa. Y es que no realizar ejercicio físico es el segundo factor de riesgo más importante de una mala salud, después del consumo del tabaco.​ Llevar una vida sedentaria tiene numerosos efectos negativos sobre el cuerpo. ¿Estás lo suficientemente concienciada?

1. Menor movilidad de las articulaciones y músculos

Cuando se lleva una vida sedentaria y no se ejercitan los músculos con cierta frecuencia, aparece la rigidez y la pérdida de masa ósea y muscular. Al mismo tiempo, el hecho de no fortalecer ni ejercitar el aparato esquelético acelera las condiciones propias de la edad avanzada, como la artritis, la osteoporosis y otros problemas relacionados con las articulaciones.

2. Envejecimiento prematuro

El sedentarismo hace que nuestro cuerpo sufra un deterioro prematuro en todos los sentidos. Con la falta de actividad física, nuestros músculos pierden forma y fuerza, y por consiguiente, la piel se vuelve flácida. Diversos estudios también sugieren que la falta de ejercicio físico acelera la aparición de otros problemas neurológicos asociados con la edad, como el Alzheimer.

3. Aumento de peso

El sobrepeso y la obesidad son los ejemplos más claros de lo que le ocurre al cuerpo cuando se produce una reducción progresiva del gasto energético y un elevado aporte calórico en la dieta. Y es que si ingerimos un exceso de calorías y no realizamos ninguna actividad física que las queme, el organismo las almacenará en forma de grasa. Así pues, llevar un estilo de vida activo y una alimentación saludable es la mejor forma de prevenir el aumento de peso.

4. Cansancio y desánimo

Al realizar ejercicio liberamos endorfinas, unas sustancias que producen felicidad. Por ello, muchos estudios unen la falta de actividad física con la depresión, la ansiedad o con la sensación de cansancio permanente. Una actividad física moderada-intensa realizada entre tres y cinco días a la semana disminuye el riesgo de sufrir enfermedades mentales, y además, contribuye a mejorar la confianza, la autoestima y el estado de ánimo en general.

5. Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares

Según un estudio de la Universidad de Navarra, la vida sedentaria multiplica por dos el riesgo de sufrir hipertensión arterial y por cuatro la posibilidad de sufrir otras enfermedades cardiovasculares relacionadas con el sobrepeso, como el infarto de miocardio, la muerte súbita o incluso la diabetes. Una vida activa y el ejercicio regular ayudan a mantener unos buenos niveles de tensión arterial y colesterol.

6. Infertilidad

Como hemos dicho, la falta de ejercicio suele ir asociada al sobrepeso, y éste, al mismo tiempo, está asociado a la infertilidad femenina. Y es que la obesidad afecta a la calidad de los óvulos, del embrión, y del entorno uterino, por lo que una mujer con sobrepeso y con hábitos sedentarios tendrá más difícil quedarse embarazada. La influencia del sedentarismo en la fertilidad también es aplicable a los hombres: varios estudios confirman que los varones que realizan ejercicio moderado tienen más cantidad de espermatozoides que aquellos que no lo realizan.
¿Ya estás convencida? Descubre entonces qué deporte va mejor con tu personalidad...


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¡Quiérete! 15 súper alimentos buenos para el corazón

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¡Buenos y saludables!

El corazón no solo sufre de desamores, una mala alimentación puede acarrear, de hecho, algún problema más serio que la tristeza propia del final de una relación. Y es que alimentarnos bien es fundamental si queremos cumplir muchos años y hacerlo con una salud de hierro.

El problema es que muchas veces ni nosotras mismas somos conscientes de las cualidades de los alimentos que ingerimos y comemos sin prestar atención de los beneficios (o no) que esa comida tendrá sobre nuestra salud. Por eso hoy te presentamos 15 súper alimentos buenos para el corazón y que tienes que incluir sí o sí en tu dieta si quieres cuidarte al máximo y evitar sufrir algún problema cardiovascular.

No están todos los que son pero, desde luego, son todos los que están. ¡Toma nota!



1. Avena

La avena es uno de esos alimentos tan buenos que apenas se le pueden encontrar pegas. Uno de sus beneficios es su alto contenido en fibra, que puede ayudar a reducir el colesterol ya que actúa como esponja en el intestino, de forma que absorbe el colesterol y ayuda a que se expulse y, de esa forma, no pase al torrente sanguíneo. ¡Bien hecho!

2. Salmón

Habrás oído hablar mil veces de lo beneficioso que es el salmón, y es que no cabe duda de que cuando se trata de alimentos buenos para el corazón, este pescado, junto a otros también grasos como la sardina o la caballa, son los reyes.

Esto se debe a su alto contenido en ácidos grasos omega 3, que ayudan a disminuir notablemente los niveles de colesterol y triglicéridos mejorando la elasticidad de los vasos sanguíneos e impidiendo que se acumulen depósitos dañinos grasos en las paredes arteriales.

Por eso en comunidades donde el consumo de este tipo de pescado es alta (como los esquimales), la incidencia de enfermedades cardiovasculares es espectacularmente baja.

3. Chocolate negro

¿Te acabas de llevar la alegría de tu vida? Sí, el chocolate puede ser muy bueno para la salud, y en lo que al corazón se refiere, lo es solo si hablamos de chocolate negro. Diferentes estudios han demostrado que el chocolate con al menos el 60% o 70% de pureza ayudan a restaurar la flexibilidad de las arterias.

Por otro lado, también evitan que los leucocitos se peguen a las paredes de los vasos sanguíneos, por lo que ya no tienes excusa para privarte de su sabor si lo que quieres es cuidar tu salud.

4. Arándanos

Seguimos hablando, inevitablemente, de lo mucho que nos fascinan los arándanos. Y no solo los arándanos, sino también las fresas y otras bayas de color, porque un estudio de la American Heart Association reveló que las mujeres entre 25 y 42 años que consumen estas frutas de forma habitual reducen hasta en un 32% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Esto se debe a que los arándanos y las fresas contienen altos niveles de flavonoides dietéticos. Según aquel estudio, una clase de flavonoides, llamados antocianinas podría ayudar a dilatar las arterias y proporcionar otros beneficios para el corazón. ¡Arándanos al poder!

5. Tomates

El tomate, tan habitual en nuestra dieta mediterránea, es uno de los alimentos más saludables y completos a los que puedas hincar el diente. Son ricos en potasio, lo cual es beneficioso para el corazón, pero además son una fuente de licopeno antioxidante, un carotenoide que puede ayudar a eliminar el colesterol "malo" o LDL y así reducir el riesgo de un ataque al corazón. Y son bajos en calorías, en azúcares y deliciosos. Todo bien con los tomates.

6. Aguacate

Los suaves y deliciosos aguacates se han ganado una reputación bien merecida en el imaginario de los alimentos saludables. Son ricos en grasas monoinsaturadas, por lo contribuyen a disminuir los factores de riesgo de sufrir problemas cardiacos, como el colesterol malo. Además, contienen antioxidantes y potasio, por lo que son ideales para que acompañen a tus ensaladas, para hacer guacamole o, directamente, para comerlos solos.


7. Aceite de oliva

Como el aguacate, el aceite de oliva es rico en grasas monoinsaturadas, de ahí que su uso sea tan recomendado y beneficioso. Y es que hay estudios que revelan que seguir la dieta mediterránea (basada en una alimentación rica en cereales, frutas, verduras, frutos secos y aceite de oliva) puede reducir en un 30% el riesgo de padecer problemas cardiovasculares. Así que no te olvides de añadir un chorrito de aceite en tus platos.

8. Frutas cítricas

Según un reciente estudio, las mujeres que consumen altas cantidades de los flavonoides presentes en las naranjas y los pomelos tienen un 19% menos de riesgo de accidente cerebrovascular isquémico (los causados por un coágulo) que las que no toman esta fruta de forma habitual.

Además, los cítricos también son ricos en vitamina C, también relacionado con la disminución de las enfermedades del corazón. Eso sí, antes de lanzarte de cabeza al maravilloso mundo de los cítricos, consulta con tu médico si tienes problemas cardiovasculares, pues hay productos de pomelo que pueden interferir con la acción de medicamentos reductores del colesterol.

9. Patatas

Ya puedes empezar a dar saltos de alegría porque la buena noticia se confirma: las patatas son buenas para el corazón. Obviamente, esto no significa que si las bañas en sal, en aceite o en mil salsas diferentes vaya a ser el menú más saludable que puedas comer, pero la patata en sí no tiene nada de malo, en contra de lo que puedas pensar.

Porque las patatas son ricas en potasio, que puede ayudar a disminuir la presión arterial, y también son ricas en fibra, con lo que tienen un efecto similar al que te contábamos de la avena. Definitivamente, las patatas bien hechas no son comida basura en absoluto.

10. Granada

Como bien sabes, Granada no es solo el nombre de una ciudad maravillosa, sino también de una deliciosa y recomendable fruta. Ésta contiene numerosos antioxidantes, así como polifenoles y antocianinas, que promueven la mejora del flujo de sangre al corazón. Tal vez es el momento de darle una oportunidad a esta fruta, a menudo tan olvidada, ¡está riquísima!

11. Vino tinto

Siempre se ha dicho que una copa o dos de vino al día es bueno para la salud y no es ninguna leyenda urbana. El motivo es que los antioxidantes que contiene ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares ya que aumentan los niveles del llamado colesterol bueno, provocando un efecto protector de las arterias.

Eso sí, como siempre, casi todo es bueno si se consume con moderación. Beber cantidades mayores, en realidad, podría aumentar el riesgo de padecer algún problema del corazón.


12. Legumbres

Las legumbres tales como las lentejas o las judías son una increíble fuente de proteínas pero, mejor aún, sin la poco saludable grasa que puede aparecer en otros alimentos proteicos. Un estudio reveló que aquellas personas que comen al menos 4 veces a la semana este tipo de alimento, tienen un 22% menos de riesgo de padecer enfermedades del corazón que aquellos que las consumen menos de una vez por semana. Así que ya sabes, anímate a comer legumbres en ensaladas o como plato principal. ¡Delicosas y sanas!

13. Almendras

En realidad, casi todos los frutos secos son buenos para el corazón: almendras, cacahuetes, pistachos, nueces de macadamia. Esto se debe a que son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (que reducen el nivel de colesterol LDL o 'malo'). También contienen vitamina E (un fantástico antioxidante), fibra, proteínas, ácido fólico...

Ya sabes, olvídate de rechazar los frutos secos porque pienses que engordan mucho, pues son muy saludables y combinan a la perfección con tus platos así como solos en el aperitivo. Eso sí, procura buscar las variedades que no tengan sal añadida.

14. Soja

La soja es maravillosa, no solo tiene innumerables beneficios para la salud sino que además tiene mil aplicaciones en la comida. Tanto si la comes en ensaladas, como en forma de tofu o leche, es una gran idea si quieres añadir a tu dieta proteínas sin grasas poco saludables ni colesterol.

Los productos de soja contienen grasas poliinsaturadas, fibra, minerales y vitaminas y se ha demostrado que pueden reducir el nivel de presión sanguínea así como disminuir el colesterol malo. ¿Qué más necesitas para rendirte a su encanto?

15. Café


Sí, estás leyendo bien: el café. Hay estudios que han demostrado que tomar café de forma abundante (unas seis tazas al día) puede ayudar a disminuir en un 10% o 15% los ataques al corazón. Sin irse a tal extremo, hay otros estudios que dicen que un par de tazas al día también pueden tener ese efecto beneficioso, aunque no se sabe muy bien de dónde procede.

Por ello debemos reconocer que nosotras particularmente no somos muy partidarias de que abuses del café hasta tomarte seis tazas cada día, más cuando te acabamos de presentar una más que variada lista de alimentos buenos para el corazón. Y tú, ¿con cuál de ellos te quedas? ¡No te olvides de incluirlos en tu dieta!

 

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Alimentos que rejuvenecen tu cerebro

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Buenos días lectores! Espero que estén poniendo en practica los consejos que les voy dando. Quiero seguir teniendo seguidores sanos y fuertes!
He pensado en ir preguntando sobre los temas que más os interesan, y escribir sobre aquellos que más comentados. Así que pueden ir enviando sus preguntas o preferencias!! Siempre referente a la salud y nutrición claro. De electricidad o fontanería no sería de gran ayuda…
Hoy les hablaré de una serie de alimentos que ayudan a proteger y mantener joven a nuestro cerebro. Todos ellos son ricos en antioxidantes e incluyéndolos en tu dieta de forma regular, mejoraras tus capacidades cognitivas.

Pescado azul

Pescados como el atún, caballa, sardinas, salmón, anchoa, salmonete, anguila, arenque, cazón, etc.. son ricos en ácidos grasos omega-3. El omega-3 es un antioxidante que nuestro cuerpo no lo puede sintetizar, por lo que debemos consumir alimentos que lo contengan para disfrutar de sus beneficios.
Entre sus propiedades, destaca la prevención del envejecimiento prematuro celular y específicamente el de las neuronas. Al parecer con dos raciones a la semana, reducimos en gran medida la pérdida de memoria.

Plátano

Es un producto fácil de conseguir y generalmente asequible. Su alto contenido en potasio y aminoácidos como el triptófano le otorgan propiedades muy saludables. Entre ellas, aumenta la concentración, memoria y el estado de alerta, ejerce un efecto sedante del sistema nervioso, estabiliza el estado de animo y combate enfermedades como la depresión y la ansiedad gracias al triptófano.

Aguacate

Muy beneficioso para las neuronas gracias a su gran aporte de potasio, vitamina E, vitaminas del grupe B, omega-3, ácido fólico y aceites vegetales, siendo la mayoría ácidos grasos monoinsaturados, como el oleico.

Nueces

Son ricos en polifenoles, antioxidantes naturales que además de aumentar las capacidades cognitivas y proteger nuestras neuronas, son beneficiosos para nuestro sistema cardiovascular. El único problema es que debemos tener cuidado en no comerlos en exceso, porque son muy calóricos. Con 3 nueces diarias es más que suficiente.

Brócoli

Al parecer una investigación revela que su gran aporte de vitamina K podría prevenir patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Arándanos

Algunos estudios afirman que comer diariamente frutos rojos y sobre todo arándanos,gracias a los flavonoides, previene la perdida de memoria y mejora la concentración.
Espero que les sea de utilidad y les parezca interesante.
Saludos a todos!
Hasta el próximo post!

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¡Toma nota! Trucos para no aumentar de peso esta navidad

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La querida y temida Navidad está a la vuelta de la esquina, y quien más y quien menos ya se está preparando para las cenas familiares, comidas con amigos, reuniones con ex-compañeros de la facultad, aperitivos que amenizan los largos días de compras y un extenso etcétera de excesos de comida y bebida que son los compañeros perennes de estas fechas.

La Navidad es una de las épocas del año, quizás junto al verano, en la que más gente sube de peso: solemos tener más manga ancha con las comidas, al mismo tiempo que las reuniones sociales y los compromisos nos quitan tiempo para mantener nuestra rutina de ejercicio o actividad física, y esto se traduce en unos kilos de más para la cuesta de enero.

¿Qué podemos hacer para que la Navidad no termine por pasarnos factura a nivel físico? Te damos las claves para que diciembre no sea ese mes en el que cogiste cuatro kilos.

Mantén tu rutina de ejercicio en estas fechas

Si planificar en tu día a día es importante, lo es aun más en estas fechas donde seguramente nos veamos sobrepasados por distintos compromisos. Pero recuerda que, antes que nada, tienes un compromiso contigo mismo y con tu salud: seguro que puedes sacar 30 minutos diarios para dedicarlos al ejercicio.
No hace falta que corras maratones o que te pegues unas tremendas palizas en el gimnasio: simplemente con una pequeña rutina en casa de 30 minutos de duración es más que suficiente.

Reduce los excesos a los días festivos

A pesar de que los turrones lleven desde principios de octubre en las estanterías de los supermercados, en realidad la Navidad no son tantos días. Que sea un período festivo no debe darnos manga ancha para comer o beber en exceso todos los días de diciembre (y algunos de enero).

Reduce (o elimina) el consumo de alcohol

El alcohol puede duplicar muy fácilmente las calorías que ingerimos en una comida. Si los días de fiesta nos sentamos frente a una abundante mesa, regamos las copas con distintos vinos y después nos alegramos la noche con unas cuantas copas estaremos consumiendo calorías (y calorías vacías en el caso del alcohol, sin aporte de nutrientes) en cantidades desmesuradas.
Solo con reducir o eliminar el consumo de alcohol ya podemos tener medio camino andado. Si no quieres eliminarlo, reduce su consumo en las comidas: una vez consumida tu copa de vino, rellénala con agua, no con más alcohol. Por la noche siempre puedes optar combinados sin alcohol en los bares o discotecas. Restarás calorías y sumarás en salud.

Aprovecha para moverte más

¿Tienes un montón de recados y compras que hacer y el centro está colapsado de autos? No te lo pienses y ve andando o utiliza el transporte público, con sus escaleras tradicionales. Intenta dejar de lado el ascensor y usa las escaleras tantas veces como puedas. Sal de compras en lugar de pedirlo todo por internet. Aprovecha esa tarde libre para dar un paseo por el centro y disfrutar de las luces de Navidad de la ciudad. Baila hasta que te canses en esa quedada con tus amigos en lugar de quedarte parada en la barra.
¡Todo cuenta a la hora de moverse! Si tienes una pulsera cuantificadora de actividad física verás que con estos pequeños cambios en estos días harás tu récord personal de movimiento. Si todavía no tienes una, puede ser un buen regalo de Navidad (puedes encontrar las claves para escoger la que mejor te va aquí).

Cocina para las fiestas

Si crees que vas a llegar a la mesa un día de celebración y no vas a encontrar nada saludable que llevarte a la boca, ¡prepáralo tú mismo! Quedarás súper bien ante los anfitriones, puedes animar a los comensales a que prueben nuevos alimentos o sabores y tú seguro que tendrás algo de picar. No tiene que ser un plato digno de Martha Stewart: unas crudités con hummus bien presentadas, por ejemplo, te pueden salvar la noche.

No te saltes comidas por miedo a engordar

Una de las cosas más típicas que ocurren en estas fechas es que cuando sabemos que vamos a una cena de fiesta donde va a haber abundante comida, nos saltamos la comida anterior por miedo a engordar. Con esto lo único que conseguimos es llegar a la cena con muchísima hambre y arrasar con todos los aperitivos que encontramos en la mesa (que, a excepción de los postres, suele ser lo más calórico que hay).
No pases días sin comer antes de una fecha especial: es absurdo y contraproducente. En lugar de eso, procura hacer una comida ligera que te mantenga saciada hasta la hora de cenar. Antes de llegar a la cena puedes comer algo saludable como merienda, como un puñado de frutos secos o un yogur con quinoa.

Aumenta el consumo de frutas y verduras

Cualquier época del año es buena para esto, pero la Navidad es el momento ideal para que frutas, verduras y legumbres llenen tus platos. Si cuando piensas en verduras solo se te viene a la cabeza la típica ensalada fresquita del verano, prueba los platos calientes elaborados con vegetales. Desde cremas y sopas hasta sabrosas lasagnas de berenjena o hamburguesas de lentejas. Las verduras no son solo para el verano.
¿Y qué hay de las frutas de invierno? Los cítricos como las naranjas o las mandarinas son un excelente postre para cualquier comida. El kiwi podemos incluirlo en nuestro desayunos si preparamos un sabroso smoothie bowl. Y la piña está riquísima, tanto si la comemos sola como si forma parte de nuestros platos. Solo intenta comprar fruta de proximidad para reducir la huella de carbono y para promover el comercio local.

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5 alimentos efectivos para bajar de peso y perder barriga

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¿Sufres cuando tienes que ponerte unos jeans y el botón no cierra? Deja de comer papas fritas, hamburguesas, refrescos gaseosos, golosinas... Comer es uno de los hobbies favoritos de todas las mujeres; sin embargo, no seguir una dieta saludable te lleva a subir de peso y éste se evidencia en zonas como la barriga. ¿Qué alimentos puedo comer que me hagan adelgazar? Los siguientes...


Cambia el pan por la lechuga

¿Te apetece? Los primeros días no te parecerá atractivo al paladar, pero le tomarás el gusto. Envuelve todos los vegetales que desees en una hoja de lechuga, repollo o acelga. Según comenta la nutricionista Lily Soutter en un artículo de Daily Mail, así reducirás unas 200 calorías.

Chocolate antes que dulces

¡Qué rico algo dulce! Esa es la frase que mujeres como tú dicen y realmente sienten algunos días. Y es que el cuerpo lo pide y es necesario que antes de comerte una rebanada de pastel optes por chocolate amargo, el cual posee 70% de cacao, suficiente para satisfacer esas ansias por lo dulce. Además, con este alimento combates el estreñimiento y previenes la odiada celulitis o piel de naranja.

Opta por el café negro

Y no por el café que contiene leche, pues algunos poseen entre 200 y 290 calorías. Al diluirlo con agua, lograrás que el consumo calórico disminuya.
La razón por la que es mejor eliminar la leche de tu café es porque la fermentación de la lactosa produce gas en el intestino, por lo que es inevitable que se te hinche la barriga. ¡Te sentirás más liviana!

Pan de centeno

Uno de mis mayores delirios en mi alimentación es el pan. Y eliminarlo de mi dieta es como quedarme sin dormir. Si eres incapaz de eliminar este alimento, sustitúyelo por pan de centeno. La nutricionista explica que es rico en fibra, con alto contenido de vitaminas A y B y su contextura ayuda a sentirse saciado, de manera que comerás menos.

Elimina los aderezos y añade aceite de olvia

No puedes negar que las ensaladas necesitan de un toque de aderezo para que tomen un mejor sabor; sin embargo, ese "pecado" duplica la ingesta de calorías. Opta mejor por añadir limón, vinagre o aceite de oliva para no renunciar al sabor, pero con la posibilidad de cuidar tu cuerpo.
Fuente: Siempre Mujer

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Hierbas aromáticas y fitoterapia contra el cáncer

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Existen especias y hierbas aromáticas que son verdaderos medicamentos naturales y que todos deberíamos conocer, ya que son económicos, fáciles de conseguir, no tienen los efectos secundarios de muchos medicamentos sintéticos y además dan un sabor exquisito a nuestros platos.
Empezamos por repasar los fitoquímicos más eficaces:

 
La curcumina

La cúrcuma lleva más de cuatro mil años utilizándose terapéuticamente en India, China, Tíbet y Oriente Medio. Los antiguos sabios de la India la tomaron como símbolo del sol.
La cúrcuma, de la misma familia que el jengibre, es el polvo amarillo que constituye uno de los ingredientes del curry amarillo. Además es una especie culinaria y el antiinflamatorio natural mas potente identificado hasta el día de hoy.
Para que el organismo lo asimile, debe mezclarse con pimienta negra. Lo más idóneo es disolverla en aceite de oliva. Si no tenemos en cuenta esta combinación, la cúrcuma no atravesará la barrera intestinal y será simplemente como si usáramos curry. La pimienta multiplica por dos mil la absorción de la cúrcuma en nuestro organismo.

Así que tomar nota de este aliño: mezclar un cuarto de cucharada sopera de cúrcuma en polvo, con media cucharada sopera de aceite y una pizca de pimienta negra. Podremos aderezar verduras, sopas y ensaladas.

Además la cúrcuma es uno de los ingredientes más comunes en medicina ayurveda debido a su potente poder antiinflamatorio y antioxidante. Con ella se tratan, entre otros problemas, la mala digestión, los trastornos del hígado, el dolor articular, la fiebre, la tos, las alteraciones menstruales, o en aplicación tópica, los eccemas y otras patologías de la piel.

La curcumina es el fitoquímico por excelencia en la lucha contra el cáncer.
Cuando se expone a las células cancerosas al efecto de la cúrcuma, estas se reducen en un 50%.
La curcumina inhibe el crecimiento de gran numero de tumores: colon, próstata, pulmón, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia, entre otros.
También actúa en la angiogénesis y fuerza a las células tumorales a morir (apoptosis). Además potencia la efectividad de la quimioterapia y reduce el crecimiento del tumor.

Los terpenos
Los terpenos poseen un importante papel antioxidante y actúan sobre gran variedad de tumores, ya que reducen la expansión de las células cancerosas o bien provocan su muerte.
Son ricas en terpenos: la hierbabuena, el tomillo, la mejorana, el orégano, la albahaca y el romero.
El romero contiene un tipo de terpeno que afecta a la capacidad de las células cancerosas de invadir tejidos cercanos. Y cuando es incapaz de extenderse, el cáncer pierde su malignidad.

La apigenina
Es  un tipo de flavonoide que pertenece a la familia de los polifenoles.
La apigenina, es abundante en perejil y apio, ha demostrado tener un potente efecto inhibidor de la creación de vasos sanguíneos, necesarios para el desarrollo del tumor.
Este efecto se produce incluso en concentraciones muy pequeñas, parecidas a las observadas en la sangre después de haber tomado perejil en la comida.



En segundo lugar, repasaremos algunos remedios de fitoterapia:

El Kalanchoe
Existen 3 tipos de Kalanchoe que están relacionadas con propiedades anti cáncer: el Kalanchoe pinata, Kalanchoe daigremontiana y Kalanchoe gracilis.
Son plantas antioxidantes, antiinflamatorias y poseen gran poder antiproliferativo, además de ser citotóxicas, es decir, pueden eliminar células tumorales sin lesionar células sanas.
Utilizaremos sus hojas, las cuales podemos masticar, tomar en forma de zumo, licuadas o para preparar infusiones.
Se recomienda consumir dos hojas al día o tres infusiones al día preparadas con una hoja.

Cardo Mariano
Esta planta es un gran hepatoprotector, gracias  a un ingrediente que se encuentra en su interior, la silimarina, que también la encontramos en las alcachofas.
La silimarina protege las células del hígado, mediante un mecanismo de fortalecimiento de las membranas celulares, y por otro lado, estimula la síntesis de proteínas en el hígado, por lo que también hablamos de un efecto regenerador de las células hepáticas.
Se ha demostrado su eficacia para disminuir la toxicidad de la quimioterapia, además de aumentar su eficacia.
Es un potente antioxidante que bloquea los radicales libres y activa diferentes enzimas encargadas de disminuir la letalidad de las sustancias carcinógenas.
Otra de sus grandes propiedades, es que ayuda a regular los estrógenos en sangre, siendo útil en los tumores hormonodependientes.
Podemos tomarlo en infusión al 10% (100 gramos de semillas por litro de agua), tres tazas al día.
En forma de cápsulas o tabletas, ya sea en polvo o en forma de tintura madre.

La uña de gato
Originaria de Perú, existen unas 60 especies diferentes.
Está indicada para procesos inflamatorios, asma, úlcera gástrica, enfermedades degenerativas y tumores.
En oncología, es muy utilizada por ser un gran antioxidante que protegen las células de las lesiones producidas por los radicales libres, lo cual le proporciona un efecto general de tipo antiviral, antitumoral y antiinflamatorio.
Además reduce los efectos secundarios asociados al uso de quimioterapia, como vómitos y pérdida de peso.
Para terminar, comparto tres infusiones anticancer con diferentes combinaciones de hierbas aromáticas y medicinales, extraídas del libro de la Doctora Odile Fernández, tan solo tendremos que mezclar una cucharadita de cada planta:
·      Té verde + uña de gato + ginseng en polvo
·      Té verde + semillas de cardo mariano + llantén
·      Té verde + clavo + palo de canela + anís estrellado + semillas de cardamomo.
Es importante, antes de tomar cualquier suplemento fitoterápico, consultar con nuestro médico, ya que lo natural no es sinónimo de inocuo, y todos estos remedios actúan químicamente, por lo que pueden interferir con otros fármacos y inhibir o potenciar sus efectos.
Espero que este repaso de remedios naturales os haya resultado de utilidad.
Afortunadamente estamos recuperando la sabiduría ancestral y estamos experimentando un punto de inflexión, ya que era necesario el retorno hacia la sabiduría de la naturaleza y el maravilloso poder de la fitoterapia.

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¿ Tener palpitaciones es grave ?

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La mayoría de las personas que diariamente nos visitan en urgencias por palpitaciones, son hombres y mujeres jóvenes o de mediana edad, que no superan los 65 años.
Para vuestra tranquilidad, la mayoría de las veces no es un motivo alarmante ni grave, aunque se ha de estudiar la causa, para descartar cualquier problema cardíaco u otras patologías que pueden desencadenar esa sensación de latidos acelerados o taquicardia, como es el caso del hipertiroidismo.

¿Cómo se si tengo palpitaciones?

Créeme que si tienes palpitaciones sabrás identificarlas, porque la sensación es bastante desagradable y los síntomas inconfundibles.
Las palpitaciones se describen por quienes la padecen como una sensación en donde el corazón se va a salir por la boca. Suelen sentir el latido del corazón acelerado muchas veces en la garganta, el pecho o el cuello, y comenzar cuando uno se recuesta en la cama o se tumba en el sofá, aunque también pueden iniciarse en momentos de estrés, de ahí que este estrechamente relacionado con episodios de crisis de ansiedad o ataques de pánico.

¿Cuáles son las causas de las palpitaciones?

Podemos hacer dos grupos. En el primero se encuentran todas aquellas causas leves y en el segundo ya se trata de problemas que se han de mirar con más detalle porque pueden ser potencialmente graves.
Dentro de las causas más comunes y por suerte menos graves, se encuentran la ansiedad, estrés, miedo y las crisis de pánico. Las palpitaciones también pueden ser desencadenadas por un consumo elevado de sustancias estimulantes como son las pastillas para adelgazar, el café, té, mate, bebidas energéticas que contengan taurina, ginseng o guaraná, ciertos medicamentos para tratar el asma (ej: salbutamol) y drogas como pueden ser la cocaína y la nicotina.
LA fiebre también podría provocar episodios de palpitaciones debido al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS). Pero eso les sonará a chino mandarín y yo necesitaría un post entero para poder explicarlo de forma sencilla. Así que…. resumiendo–> temperatura elevada, puede provocar palpitaciones
Dentro del segundo grupo de causas que pueden originar palpitaciones, se encuentran los problemas cardíacos, ya sea un trastorno de la conducción que pueda generar una arritmia, o una valvulopatía mitral, que viene siendo dicho de otra forma, un fallo en una de las válvulas del corazón que no cierra del todo bien.
Otra posible causa puede ser un descenso de los niveles de potasio en sangre, debido a que es el catión más abundante dentro de la célula y se encarga de regular la contracción de la musculatura cardiaca y la conducción de los impulsos. Una hipopotasemia (niveles bajos de potasio) puede dar lugar a una arritmia.

¿Cuando debo acudir al médico?

Es importante visitar al médico en los siguientes casos:
-Si tienes factores de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular como hipertensión arterial, diabetes o colesterol alto.
-Si tu frecuencia cardíaca supera los 100 latidos por minuto y no estas en una situación de estrés, ansiedad, fiebre o acabas de hacer ejercicio físico.
-Si además de las palpitaciones aparecen otros síntomas como mareos, dificultad para respirar, sudoración, confusión, dolor, opresión o pinchazos en el pecho.
- Si notas taquicardia, palpitaciones o latidos adicionales con frecuencia y en diferentes momentos del día.
Espero que la información te sea de utilidad y cualquier duda me puedes contactar. Estaré encantado de poder resolver todo aquello que no haya tratado en el post y les pueda preocupar
A veces es difícil responder a todas las dudas que se pueden generar sobre un tema, así que me he basado sobre todo en las preguntas frecuentes que mis pacientes me hacen cuando me visitan en urgencias.
Saludos!

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¿Tienes el colesterol alto? Claves para controlarlo

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 Te encantan los donuts, las patatas fritas, las hamburguesas, los helados... Confesémoslo: a nosotras también. Pero, ¿has pensado que tus niveles de colesterol pueden estar subiendo más de lo adecuado? ¡Cuidado! El colesterol alto es más grave de lo que piensas; provoca arterosclerosis y, en consecuencia, eleva el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o una angina de pecho. Te contamos como puedes controlarlo.


El colesterol es una grasa natural que el organismo emplea en multitud de procesos y que se encuentra en la sangre y en los tejidos corporales; de hecho, está presente en todas las células. Pero, además, te sorprenderá saber que el colesterol actúa protegiendo tu piel, ya que transforma la radiación solar en vitamina D y, además, es necesario para la formación de las hormonas sexuales. Sin embargo, aunque el 80% del colesterol es fabricado por nuestro propio cuerpo, el 20% restante depende exclusivamente de nuestro estilo de vida, es decir, de nuestra dieta.

Cuando el colesterol alto no tienen origen genético (lo que se conoce como hipercolesterolemia familiar), una dieta pobre en grasas, especialmente en grasas saturadas, ayuda a controlar el colesterol, aunque también consumir muchos hidratos de carbono, entre ellos, azúcares, pueden elevarlo. Aquí tienes algunos alimentos que deberías evitar o reducir en tu alimentación diaria.

¿Cuándo hay colesterol alto?

Seguro que has oído que hay dos tipos de colesterol: el bueno (HDL) y el malo (LDL). El colesterol "bueno" se encarga de recoger el exceso de colesterol y devolverlo al hígado para que sea eliminado. El colesterol "malo" es el que se va depositando en las paredes de las arterias, con el riesgo que esto conlleva de enfermedades cardiovasculares. Además, hay un tercer actor en juego: los triglicéridos, otro tipo de grasa que también puede estrechar las paredes arteriales.

La mitad de los españoles tiene el colesterol alto, lo que se denomina hipercolesterolemia, sin embargo, muy pocos lo controlan adecuadamente y conocen sus riesgos para la salud. El principal problema de tener el colesterol elevado es el daño que sufre el corazón. Cuando hay exceso de colesterol, las paredes de las arterias se van engrosando (arteriosclerosis) debido a que la grasa se va quedando en ellas. ¿Qué sucede entonces? A la sangre le cuesta cada vez más circular, por lo que el corazón debe hacer un trabajo extra.

Además, si se forma un coágulo que obstruya la arteria, las consecuencias son peores, pues puede sufrirse un infarto de miocardio o un infarto cerebral o ictus. Por este motivo hay que controlar el exceso de colesterol. Te recomendamos que conozcas tu riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular con este test.

Pero ¿cuándo hay colesterol alto? La Fundación Española del Corazón establece los siguientes niveles:
  • Colesterol total. Normal: menos de 200 mg/dl; normal-alto: entre 200 y 240 mg/dl; alto: más de 240mg/dl
  • Colesterol LDL. Normal: menos de 100 mg/dl; normal-alto: de 100 a 160 mg/dl; alto: más de 160 mg/dl
  • Colesterol HDL. Normal: más de 35 mg/dl en hombres y de 40 mg/dl mujeres.
  • Triglicéridos. Normal: menos de 150 mg/dl; normal-alto: entre 100 y 500 mg/dl; alto: más de 500 mg/dl
Así, una persona con un colesterol de 240 tiene, frente a otra con 200 de colesterol, el doble de posibilidades de padecer un infarto.

Claves para controlar el colesterol

Una de las medidas más importantes para controlar el colesterol es seguir una alimentación saludable.

La dieta mediterránea es un excelente aliado contra el colesterol alto, pero concretamente debes prestar mucha atención a lo siguiente:
  • Fuera grasas trans. Elimina o reduce al máximo los alimentos con grasas saturadas y con grasas trans (bollería, mantequilla, nata, rebozados industriales, embutidos...).
  • Sí a las grasas buenas. Tu dieta necesita grasa, pero de la saludable, a través del aporte de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, como los del pescado azul (rico en Omega 3), que deberás tomar, al menos, tres veces por semana. También aportan "grasas buenas" el aceite de oliva y el aceite de semillas.
  • Ojo con los productos de origen animal. Si tienes el colesterol alto, deberás restringir los alimentos de origen animal, como el huevo, los lácteos enteros, la carne roja y las vísceras. Toma carne magra sin piel (como la de pollo o conejo), opta siempre por lácteos desnatados y si tomas repostería, que sea casera.
  • Cocina sin grasa. A la hora de cocinar, decántate por métodos más saludables como la cocción, el vapor, la plancha, el horno, el asado... En los que se utiliza menos grasa.
  • 5 raciones de fruta y verdura. O más si te apetece, porque la fruta y la verdura son una de las bases de la "dieta anticolesterol". También los frutos secos como las nueces y las legumbres (al menos tres raciones a la semana), deben ser parte importante de tu dieta.
  • Cereales integrales y fibra. ¿Has probado el pan, la pasta o el arroz integral? Puede que su sabor te choque al principio, pero son muy saludables e imprescindibles si quieres bajar tus niveles de colesterol.
Por otra parte, también se recomienda practicar ejercicio físico de forma regular, pues no sólo te ayudará a bajar de peso, elevar tu ánimo y sentirte con más vitalidad, sino que, además, por sí mismo, el deporte combate los altos niveles de colesterol. Las mejores actividades son las aeróbicas: nadar, correr, andar a buen ritmo... Para que surta efecto, debes hacerlo habitualmente: al menos durante 30 minutos y tres veces por semana.

Gracias al deporte, se elimina más fácilmente el exceso de grasas perjudiciales y se aumenta el nivel de colesterol bueno (HDL). Dejar de lado el sedentarismo debe ser un objetivo para toda la vida.

Otros aspectos que debes tener en cuenta para evitar problemas cardiovasculares son el sobrepeso y la obesidad, el tabaco y el consumo excesivo de alcohol. También puede ayudar, según recomendación médica, los complementos alimenticios con omega 3, para mantener unos niveles normales de triglicéridos.

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Beneficios de la calabaza: el alimento estrella del otoño

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La calabaza es la protagonista de la noche de Halloween, la víspera de Todos los Santos y también del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, pues no falta en ninguna mesa en forma de la famosa tarta “pumpkin pie”. Sin embargo, seguramente desconoces todas sus propiedades nutricionales y no solo de su parte más carnosa, porque ¿sabías que las pipas de calabaza tienen beneficios cardiovasculares y antioxidantes? Descubre con nosotras todo lo bueno de esta baya naranja.
La calabaza, conocida también como zapallo, cayote o auyama en América Latina, es un fruto de la familia de las cucurbitáceas con una pulpa carnosa y numerosas pepitas planas. Sus diferentes tipos permiten que no solo se use en la gastronomía, sino que también se emplea como elemento decorativo o como recipiente, por ejemplo, en la fiesta de Halloween.

La calabaza es baja en calorías y aporta fibra, vitaminas A, B, C y E. Los pigmentos carotenoides son los que le proporcionan a la calabaza ese color naranja tan característico y, además, la convierten en una de las hortalizas más ricas en antioxidantes. Si quieres aprovechar todos estos beneficios aquí te dejamos algunas recetas saludables con calabaza.

No dudes en incluir la calabaza en tu dieta porque puede ayudarte a bajar de peso. Por su alto contenido en agua y fibra es diurética, depurativa, favorece el tránsito intestinal y es saciante. Su aporte de vitamina A también la hace buena para cuidar la visión, la piel, el cabello o el sistema inmunológico.

Semillas de calabaza, ¿un superalimento?

Las pepitas o semillas de calabaza son muy ricas en minerales como el cinc, el selenio, el magnesio o el cobre, pero principalmente destaca por su contenido en ácidos grasos, concretamente el ácido oleico y la vitamina E. Con estas propiedades es común que se utilicen las semillas para hacer aceite.

Otra de sus grandes cualidades es que estas pequeñas semillas guardan una gran cantidad de fitoesteroles. Por esta razón, suele ser utilizada para el tratamiento de algunas enfermedades relacionadas con la vejiga, la próstata o el tracto intestinal. Además, los fitoesteroles vegetales también se asocian a la reducción de los niveles de colesterol en sangre.
Por otra parte, también se han relacionado las semillas de calabaza con el deseo y la salud sexual masculina porque el zinc, junto con el magnesio, previenen la deficiencia de testosterona.

Las semillas de calabaza, además de consumirse en aceite, también se pueden comer crudas, tostadas o batidas en forma de puré o leche.

Después de conocer todos los efectos beneficiosos de las semillas de calabaza se podría considerar como un superalimento. En este álbum tienes otros alimentos con propiedades excepcionales para la salud que deberías incorporar a una dieta variada y equilibrada.

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Aumento de pecho…¿con la grasa del cuerpo? ¡Es posible!

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Lipofilling, lo más nuevo en aumento de senos. Las microinyecciones de tejido adiposo garantizan resultados naturales y sin cambios durante toda la vida. 

Tener un pecho totalmente bio-compatible que mantenga la sensibilidad y el aspecto natural, es el sueño de todas las mujeres que quieren hacerse una mamoplastia de aumento. Hoy este sueño es una realidad gracias a esta técnica en la que se usa tejido adiposo del cuerpo de la persona que quiera tener un pecho más grande.

En comparación con otras técnicas, el injerto de tejido adiposo autólogo tiene una serie de ventajas:
  • Se trata de un tejido que el cuerpo conoce y eso hace que sea biocompatible y no de reacciones alérgicas.
  • Además, el resultado final es de lo más natural, es decir, que no queda el pecho rígido como puede pasar con otras técnicas.
  • Conserva la sensibilidad. Al tocar el pecho tendrá sensibilidad al igual que cuando se hace sin que haya sido modificado.
  • Y algo que a veces no tenemos en cuenta y que es muy importante es que el resultado se mantiene el resto de la vida y sigue los cambios en el peso corporal.
  • Es mucho más económica que otras técnicas que se usan para aumentar el pecho.
Este tipo de tratamientos debe hacerse en clínicas especializadas y con profesionales reconocidos, como por ejemplo, el Dr. Pedro Darnell que ha sido nominado el mejor cirujano plástico de DoctoraliaAwards 2016, de la Clínica de cirugía estética en Barcelona Quirón Dexeus y GIAH (Clínica Bofill).

Esta técnica consiste básicamente en pasar la grasa de una parte del cuerpo del paciente a la zona del pecho con el fin de redefinir el perfil morfológico de las áreas específicas. Se extrae la grasa de zonas en las que sobre y que la paciente quiera reducir. Para ello se emplean unas cánulas finitas para causar el menor trauma posible. Otra cosa a tener en cuenta es que la grasa no pasa de una zona a otra sin antes depurarla mediante técnicas como el filtrado o centrifugado. Cuidado con los sitios que ofrezcan este servicio, informaros bien antes de llevarla a cabo y no os sometáis a cualquier intervención sin antes preguntar en persona y confirmar que sea un centro cualificado.

Este método está indicado tanto para el aumento de volumen de un pecho (siempre que quieran un aumento discreto o moderado), como con el fin de reconstruir el seno después de la extirpación de un tumor, o para modificar deformidades congénitas o adquiridas.
Áreas para hacer lipofilling

Eso sí, las personas que quieran someterse a este tratamiento tienen que tener suficiente grasa en las zonas del cuerpo de la que se vaya a extraer para poder llevarlo a cabo. Normalmente se hace con la grasa del abdomen, flancos o cartucheras.

Si la persona no tiene suficiente grasa no se podrá usar esta técnica porque no es posible utilizar la grasa de otras personas. Quisiera hacer un inciso en este punto porque el hecho de estar delgada no necesariamente significa que no se pueda llevar a cabo esta técnica, dependerá de los depósitos de grasa que se puedan extraer sin que sea perjudicial ni deje secuelas estéticas en la persona.

El secreto del lipofilling, en definitiva, radica en el uso racional de la “materia prima”, o la grasa corporal. Las inyecciones de grasa deben ser de pequeñas cantidades y se implantan entre la piel y la glándula, en el tejido subcutáneo, sin usar el tejido mamario para evitar la formación de calcificaciones o quistes.

Para el aumento de senos de una copa basta con una sesión y se pueden realizar más sesiones si se quiere aumentar más talla. Para la reconstrucción en caso de post mastectomía se necesitan más sesiones, dependerá del volumen de la mama que tenga que ser reconstruida. Si lo que se quiere es modificar el pecho tras un tratamiento por radioterapia aún se necesitarán más sesiones que en los casos anteriores.

En cuanto al post-operatorio, el pecho se ve hinchado unos cuantos días, incluso en algunos casos puede durar unas semanas o meses (aunque es menos frecuente), luego esta inflamación se reduce y quedará la talla que se pretendía.

También es normal que la zona en la que se ha añadido grasa quede dolorida o se note cierta incomodidad durante unos días, aunque no es un dolor agudo y se puede aliviar con analgésicos.

Otras de las cosas que pueden darse tras la intervención es que aparezcan pequeñas calcificaciones mamarias o quistes. Por eso se suele recomendar que las personas que hagan este tratamiento se realicen una mamografía tanto antes de ser intervenida como un año más tarde.

En cuanto a la relación entre esta técnica y la aparición de cáncer de mama del que se está hablando por las redes hay que decir que no hay ninguna evidencia científica que relacione el lipofilling con un aumento de riesgo de tumores.

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